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viernes, 8 de marzo de 2013

EV

a veces pienso que un alienígena se apoderó de su cuerpo, de su mente
otras, que perdió su alma en algún café de barrio
que la dejó olvidada, como quien se olvida un pañuelo o un juego de llaves.

si lo viera hoy parado en un aeropuerto, pensaría que carga la tristeza de todo un planeta en sus ojos
con la piel tersa y brillosa
la espalda un tanto encorvada
dónde escondió la vida? dónde la guardó?

en el encierro ni él se encontró, vaya uno a saber si siquiera lo intentó
afuera es un ente más, con la mirada perdida pero todavia pícara
cada tanto vuelve y le pregunto dónde estaba, cómo le fue
el me mira sin responder
porque no sabe
porque se olvidó
porque la verdad le duele tanto que prefiere dejarla en algún bar, en alguna vía de tren.

poco a poco hasta los recuerdos se van quedando atras
y ya el dolor no duele tanto
y la tristeza no ahorca
y una vida entera se va perdiendo
esperar
solo queda esperar.