Páginas

martes, 27 de diciembre de 2011

el P

todavía está la duda de si se llama A o D, igual nosotros le decimos el P.
la verdad es que no se absolutamente nada de el, hasta llegué a juagar con la idea de que no existe, y en realidad me lo imagino cada mañana cuando paso por su puerta.
hace unos días se alinearon los planetas y por fin coincidimos despues de almorzar para viajar juntos en el colectivo. mientras esperaba que saliera el próximo bondi, el P se acercó a comprar el boleto. escuché su voz nítida por primera vez:
hola...gracias
eso fue todo.
se me paró al lado, tal vez demasiado cerca, y cada tanto sentía sus ojos mirándome desde arriba (es que es tan alto!)
nervios
muchos nervios
no pude hacer nada, solo alejarme por miedo a que escuchara la arritmia del corazón que trataba de fugarse de mi cuerpo.
le mandé un mensaje a E para compartir mi emoción con alguien (es que viajar en colectivo con el es como navidad, o el día del niño...porque lo puedo mirar un poco más de cerca, sin que se de cuenta)
E me amenaza con que si no le hablo, el mismo va a hacer algo al respecto...yo le
ordeno (imploro) que no interfiera...a esta altura es como bastante ridículo empezar a saludarlo, después de meses de intercambiar miradas intensas y de mantenerlas con cara de pocker lo más que se pueda.
hace una semana compré un picodulce y lo llevo en el bolsillo de la campera, siempre listo para cuando llegue el día en que me anime a entrar a su oficina, decirle ese bendito "hola" y darselo como un token de mi amor...pobre picodulce, hubiera cumplido su misión de vida en manos de cualquier niño feliz. pero no, yo lo condené a una eternidad en un bolsillo oscuro. porque seamos sinceros, sería de idiota total aparecerme un día en su oficina con un chupetín en la mano, o mejor dicho, de freak total! (gracias B)
mientras tanto soy feliz con esos dos segundos cada mañana, cuando paso por su puerta, y lo veo ahí sentado...algunas veces me ve y ocurre la magia de mirarnos a los ojos...a veces pasan días sin verlo, y ahora que prohibieron fumar en los pasillos, quedó eliminada casi por completo la posibilidad de cruzármelo cuando bajo a buscar el correo.
tal vez nunca llegue a saber si se llama A o D, por lo pronto seguirá siendo el P, uno de los humanos más lindo que vi.

1 comentario: